Maestro de vida y de oración.

 

Vinebre, Tortosa España 1840-1896

 

Sacerdote diocesano, catequista, pedagogo, hombre de gran corazón y de horizontes infinitos. Riesgo, firmeza, creatividad y agilidad caracteriza su personalidad. Supo leer la historia; interpretó las necesidades sociales; encaminó su hacer al centro de las carencias más significativas de su tiempo.

Consiguió que su oración incidiera en su entorno.

 

Teresiano hasta la médula, los “dejos” de su oración le impulsaron a obrar sin descanso transformando constantemente y con proyección de futuro la sociedad.

 

 


Su mensaje vital: ser como Jesús, su forma de colocarse ante la vida: la valentía y su trabajo constante e incansable por crear unas relaciones nuevas en el seno de la sociedad, sus actitudes y su forma de integrar el Evangelio en la vida cotidiana.

 

Es posible, aún hoy y para todas/os, construir una sociedad al estilo de Jesús.

 

Esta fue la meta de Enrique de Ossó, la utopía que le movió.